UN DÍA EN EL TALLER.
invierno del 2008
La marioneta no deja de reir y sus carcajadas son estruendosas; el taller luce radiante, la luz se hace mas fria e hiriente pero aun asi no deja de tener un acento estupidamente alegre , me recuerda a la luz de algunos cuadros de Renoir .
Iluminada directamente por un rayo de luz y sentada en la parte alta de un librero no deja de observarme y reir, ya está empezando a irritarme esa pequeña cosa de movimientos torpes .
Sigo ojeando las laminas de Vesalius y la risa me interrumpe de nuevo ; el estudio está invadido por la beligerante musica de Shostakovich y hasta ahora el fantoche no deja de revolcarse en su estruendosa risa, parece ser que olvidé su medicación diaria y tambien la paliza de rigor..... las altas dosis de chocolate en mi sangre hacen que olvide las cosas.
Aline y yo
La manufactura de San Sebastian.
El cordero mistico se rasga el buche, es un pelicano con las alas extendidas y pico benevolente.
Vesalius dominical.
La Specola di Florencia.
1 comentario:
Hermosa Aline. Se sugiere desvelarse bajo el influjo de la pieza "Für Aline" del gracioso estonio Arvo Pärt. Salud.
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